En los últimos
años la televisión colombiana y
Telemundo han producido series con la temática del narcotráfico; entre ellas La Reyna del Sur, Sin senos no hay paraíso,
La Mariposa, El Capo, Rosario Tijera, El Cartel de los Sapos, Pablo Escobar el
Patrón del Mal y El Señor de los Cielos, al menos de las que tengo
información y de las cuáles he visto en
su mayoría.
Todas abordan el
narcotráfico desde distinto argumentos entre mezclando el lavado de dinero, la
corrupción y vinculación de los
políticos y de personas de alto nivel gubernamental, la prostitución de las
jóvenes por una mejor vida, la opulencia etc, pero todas con un solo hilo
conductor la comercialización de la droga.
En lo general como
producciones de televisión tienen calidad de imagen, sonido, ambientación, y
los guiones reviven la realidad del tráfico de estupefacientes que toca y
corrompe hasta el más de los honrados, pero también son series que incluyen la ficción
para presentarla como un producto capaz de obtener raiting en los canales
latinoamericanos, porque como documental
difícilmente les devolvería a los grandes canales los réditos esperados.
Pero, se preguntarán y
porque escribo sobre estas producciones de televisión, por las siguientes
razones; la primera para reflexionar que Colombia las produce como una catarsis
luego del horror que vivieron con Pablo Escobar, y segundo porque es el tema de
moda que deja grandes ganancias a las corporaciones televisivas.
También están
imponiendo personajes que logran la simpatía e identificación entre jóvenes y
adultos, y que emitan hasta la forma de hablar de estos, por ejemplo repitiendo
frases de Pablo o del Cabo del Cartel de los Sapos, algo no educativo ni ilustrativo
para la generación de jóvenes. En youtube hasta un video existe que recoge 42
frases de Pablo Escobar las que en más de 50
capítulos se escucha repetitivamente “métele plomo, “le mato a su mamá,
a su papá, a sus hermanos, tíos, primos y hasta el perrito si es posible”,
“acabo con su estirpe” etc.
En mi opinión, son
series entretenidas con dosis de suspenso, cada capítulo lleva una narración
que te deja con las ansias de ver qué pasa, como se resuelve la trama que da información de la vida opulenta y oscura del mundo
narcotráfico, pero en ninguna hay una crítica o evidencia de cómo la droga destruye
la vida de quienes la consumen. Entonces
para usted qué aportan estas series?
Pero también me motivó
a criticar y comentar que grandes producciones cuentan una historia logrando
mantener la atención del espectador,
pero cuando se acercan a los capítulos finales, la trama va perdiendo
fuerza y la intensidad, y resulta un fin
sin impacto.
Eso pasó con El Señor
de los Cielos, una serie que recién finalizó en Telemundo basada en la historia real de Amado Carrillo
Fuentes, , un hombre humilde que llegó a ser jefe del Cartel de
Juárez entre 1980 y 1990, y uno de los narcos más poderosos y temidos de su
era.
En el Señor de los
Cielos el productor y el guionista propusieron un final basado en la leyenda
que surgió cuándo Amado Carrillo Fuentes, el narcotraficante de la vida real
murió mientras estaba en un quirófano para cambiarse el rostro, sin embargo la leyenda dice que se cambió el
rostro y aun vive. Entonces el final de
esta historia fue la imagen de este personaje visto con halos de luz que
se le aparece a su pequeña hija quien expresa “papá estás vivo”, un final que a
mi parecer no tuvo nada de impacto ni lenguaje cinematográfico, y peor aún lo deja como un héroe del mundo
del narcotráfico que subió a los cielos y que desde ahí sigue siendo “El Señor
de los Cielos”, le faltó mayor creatividad a los productores.